15.11.08
MUCHO OJO
Hábeas rata
Por Fernando Vivas
Un lector me puso en aprietos al preguntarme si me parecía que la estigmatización humorística de Rómulo León y Alberto Quimper, rata de alcantarilla uno, rata gorda el otro, no se pasaba de la raya. O sea, por qué darle palo a Magaly y pasar por alto que Carlos Álvarez y Jorge Benavides hayan convertido a dos presuntos rateros en roedores sentenciados. A Rómulo le tocó la peor parte, con una imagen que va para la antología de la escatología cómica: su calva asoma por un water coronada por heces de utilería. Casi da pena el desgraciado: el viernes difundió un video clandestino quejándose de que el presidente lo había estigmatizado y aquí teníamos la respuesta sabatina de "El especial del humor" defecando sobre mojado. Respuesta: primero, no es lo mismo Magaly que Álvarez y JB. Los jueces no se meten con el ánimus iocandi --latinajo que en lenguaje judicial significa sentido del humor ajeno a intención dolosa--. Segundo, el humorista no investiga ni denuncia ni descubre nuevos rasgos controversiales de sus caricaturizados, sino que se limita a recoger lo que la opinión pública piensa de ellos. En rigor, el cómico no copia la realidad, sino que la cita y la recrea. Rómulo Ratón o Don Bieto son figuraciones libres, grotescas, hiperbólicas, de León y Quimper. Por eso, por precaución legal y por norma de género, los remedos no llevan el nombre exacto de sus referentes. Para la ley no son fulano y mengano, para la malicia popular sí lo son. A ver, pues, abogados pendencieros, rectifiquen al pueblo.Además, no sé de ningún líder de opinión, grupo político o asociación civil que se haya quejado de este remedo extremo. No hay fe de erratas para estas ratas. Pero, por humanidad, algunos podrían quejarse y en ese caso --hábeas rata-- los humoristas y sus canales tendrían que revisar sus códigos y principios para ser más chistosos y menos crueles. ¿Acaso no se sienten, a veces, carniceros riendo en el matadero de la política?