28.12.09

 
CRONICAS
Si quieres saber más de Factual, pincha aquí
Odio el chat
Al que inventó el chat, le tengo yo guardado el marco en mi colección de bustos selectos elaborados por propia mano (asesina y criminal).
Todavía recuerdo mi primer día.
Soy una mujer analógica, pese a algunas sensaciones digitales confesables, así que no me sonroja contar que me inicié en el chat y en Factual a la vez. Exactamente, una semana después de mi primera charla con Espada, de la que aún no me he arrepentido lo suficiente. Me llegó entonces un mensaje a mi querido Hotmail. Que me abriera una cuenta en Gmail. Lo hice, no fuéramos a empezar torcidas, y cuál fue mi sorpresa cuando ese mismo día recibo un mensaje:
“Arcadi Espada le invita a chatear”.
¡Arcadi Espada!
¡A mí!
¡A chatear!
Juro que si me hubiera invitado a unas copas en el puticlub Riviera de Castelldefels no me habría sentido más turbada.
Qué tiempos aquellos.
Hoy no ha venido el jefe a la redacción. Cuando el jefe no viene a la redacción, se te coloca al chat y lo tienes todo el día ahí abajo, hagas lo que hagas, opinando, corrigiendo, mandando, preguntando, metiendo el dedo en el ojo. O sea, haciendo de jefe, pero ahí abajo.
Además, a veces sucede, con el chat, que no sabes si el otro está atento o no. Cuando no contesta, no sabes si no contesta porque disimula o porque, pongamos por caso, se está preparando un bocadillito de jamón (que estar en casa es lo que tiene, desde aquí te lo digo, Espada). Entonces yo empiezo con el típico
yo: Hola
hoooola
EOOOOO
y si Espada no me contesta, le pongo cosas tremendas, porque con ésas acaba picando. No sé, extrañas escenas de redacción, sumisión o perversión. No pondré por escrito lo que me contesta, cuando por fin responde, pero ya ha quedado claro que puedo hacerlo.
Mañana ya es miércoles.
Buenas noches.
Cristina Fallarás,
subdirectora

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?


Estadisticas gratis