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LA IMPORTANCIA DE THALES Y EL BASTON DE MI ABUELO
de Sandra Crucianelli - miércoles, 14 de marzo de 2007, 21:04
Conferencia_Dader.doc
Colegas: Esta es una historia real que me tocó investigar hace algunos años... Está basada solamente en la observación y la medición.
Fue muy grande mi alegría el año pasado cuando tras la revisión del profesor José Luis Dader, (el autor del libro “Periodismo de Precisión”), decidió incorporarla como ejemplo en su última conferencia de Costa Rica, en casos en los que los documentos no aparecen por ningún lado.
Se las comparto. Cariños - Sandra
PD: adjunto aquí la conferencia de Dader, por si les interesa, aparece en el costado superior derecho del mensaje.
La importancia de Thales y el bastón de mi abuelo
El caso de los electroductos
Por Sandra Crucianelli
Canal 7 – Bahía Blanca
Copyright 2005
Hace unos años, Josué, un niño de mi ciudad, remontaba un barrilete en la zona de Stella Maris, periférica al macrocentro, pero el hilo no era de algodón: tenía un delgadísimo y por ende imperceptible alambre de cobre en su interior.
La tragedia no tardó en desencadenarse: el hilo quedó enganchado con un cable de alta tensión eléctrica, de esos que conforman los electroductos. Son los que conducen la electricidad a 500.000 kwatios y desembocan en transformadores que finalmente reducen la carga eléctrica a la corriente de 220 kw que finalmente llega a los domicilios.
Josué recibió una carga tremenda de electricidad que lo quemó por dentro y a los dos días murió tras una intensa agonía.
En la primera nota que nuestro cronista realizó en el lugar encontramos pastos quemados y vecinos furiosos: insistían en que los cables estaban muy bajos y por ende, sus vidas en peligro.
Al día siguiente nos enteramos que los bomberos estaban haciendo una inspección. Decidí ir al lugar. Cuando llegué, observé que uno de ellos estaba midiendo la altura del poste y gritó desde lo alto "¡8,10 metros!"
Pregunté por qué estaban midiendo la altura. Resulta que la ley provincial dice que esos cables de electricidad tienen que estar a un mínimo de 10 metros sobre el nivel de la tierra. Si eso se hubiera respetado ¿el niño estaría vivo? Tal vez…
Me pregunté por qué el cable estaba a menor altura que la indicada por ley.
Nadie me quiso responder…
Basándome en el dato del bombero, volví al canal preguntándome si otros postes estarían en la misma situación. Estuve como dos días con el tema dándome vueltas en la cabeza…
Una mañana, llamé por teléfono a la central de Bomberos y le pregunté al responsable si podíamos medir otros postes de electricidad. Me dijo que no. Que las grúas y los bomberos no estaban al servicio del periodismo.
Como no tenía nada entre las manos y el asunto no me cerraba, regresé al lugar y empecé a observar otros postes, como buscando una conexión. Primero me quedé un rato largo mirando el poste contiguo al lugar del accidente, el que había medido el bombero, y fue en ese momento en que me percaté que proyectaba una sombra no demasiado difícil de medir, ya que eran las 3 de la tarde y el sol estaba bastante alto.
El extremo de esa sombra formaba un triángulo rectángulo con la altura máxima del poste, si trazaba una línea imaginaria de elevación.
No puedo explicar por qué me vino a la mente un viejo problema de la secundaria y luego de la universidad: el de la altura del árbol proyectando su sombra.
Volví a mi casa a buscar mis viejos libros de matemática. Porque pensé que sabiendo la longitud de la sombra podía calcularse la altura del árbol, aunque no recordaba cómo hacerlo. Si eso era válido para el árbol, también podía serlo para el poste.
Tenía que medir la sombra que cada electroducto proyectaba y con ese dato calcular la altura de el poste en cuestión, para ver si otros estaban o no infringiendo la ley.
Ensayé dos soluciones, encontradas en los libros:
1) Teorema de Pitágoras:
h² = a² + b²
El cuadrado de la hipotenusa (la línea imaginaria) es igual a la suma del cuadrado de la sombra más la suma de la altura del poste (o del árbol), que era mi incógnita…
Pero me faltaban datos. Podía medir la sombra (un paso largo equivale a 50 centímetros), pero no tenía la longitud de la línea imaginaria para calcular la altura de los postes…
2) Teorema de la Tangente: ¡ese sí me servía!
La altura del poste dividida su sombra es igual a la tangente del ángulo de elevación de la línea imaginaria:
H/sombra = tg ángulo
Salté como un resorte de la silla y salí corriendo para el canal. En la sala de edición, puse la grabación del bombero midiendo el árbol, congelé la imagen, y con un transportador sobre la pantalla medí el ángulo entre el extremo de la sombra y la línea imaginaria que me llevaba a la punta del poste. Anoté la cifra en un papel.
Llevé nuevamente al camarógrafo al lugar al día siguiente, a la misma hora que el bombero había hecho la medición y le hice filmar en la misma posición, otros postes…Repetí el procedimiento de medir el ángulo y encontré que al menos otros 2 electroductos medían 8 metros o menos...es decir que no era uno solo que estaba violando la ley...sino varios.
Para hacer esto tuve que medir las sombras de cada uno y repetir la operación a la misma hora, es decir mantener la posición del sol, para que no variara el ángulo de elevación.
Después me entraron dudas… No estaba muy segura de que los ángulos estuvieran siendo medidos exactamente, porque solo me basé en las filmaciones que tomamos y usaba un transportador simple sobre la imagen congelada del televisor.
Esa noche nuestro programa se emitía a las 22, pero no me animé a adelantar nada. Decidí esperar y volver a a los libros de trigonometría.
Dicen que la perseverancia siempre tiene premio, y debe ser así porque en un añejo cuadernillo de matemática encontré otro teorema valioso e hice un tercer intento…
3) El Teorema de Thales:
Dice que si conoces un objeto y la sombra que proyecta, a la misma hora, en el mismo
lugar, entonces por proporcionalidad de catetos (los lados del triángulo) podes averiguar el dato que falta para revelar tu incógnita. Cuenta la leyenda que Thales, que era muy buen observador, usó su propio bastón para calcular la altura de la pirámide de Keops.
Lo que hice entonces fue imitar su experiencia. Usé el bastón de mi abuelo, que medía 0,80 centímetros y a la misma hora en el mismo lugar, el cateto proyectaba una sombra de 1,5 metros.
Repetimos la experiencia 20 veces con 20 postes de electricidad distintos, en distintas partes de la ciudad, incluso los que atravesaban uno de los barrios residenciales más exclusivos de la ciudad, y proyectaban casi siempre una sombra de 16 metros en promedio. Entonces 1,5 metros (la sombra del bastón) dividido 0,8 metros, (que es lo que mide el bastón) = 16 (la sombra proyectada del electroducto) dividido "x" que es la incógnita, o sea la altura del poste de electricidad...
Haciendo cuentas de las fracciones, es decir, despejando la x, se saca la altura de cada poste de electricidad, es decir, medían aproximadamente 8,5 metros...
18 de los 20 postes tenían sus cables a menos altura que la indicada por ley
La conclusión fue que un área de más de 30.000 metros cuadrados estaba en infracción y unas 1.500 familias en riesgo potencial: sin contar con otros problemas asociados, como construcciones debajo de la línea de seguridad, que pueden ocasionar por el electromagnetismo que se genera debajo de los cables, enfermedades desde cancerígenas hasta genéticas.
Por aquel entonces, muchos otros medios insistían en la versión de la empresa: que se trató de un caso aislado y que todo estaba bien.
Nuestras mediciones nos contaban otra historia.
La investigación, eminentemente empírica porque careció de fuentes orales, finalmente vio la luz. Ahora que pasaron los años, supongo que muchos no entendieron cómo la hicimos (porque no podíamos explicar a Thales por televisión), pero lo bueno fue que la audiencia nos creyó cuando afirmamos que tras hacer una serie de mediciones, las alturas de los postes no eran las reglamentarias. Nadie nos desmintió.
Las mediciones que habíamos hecho, claro, eran de las sombras de los postes y las que proyectaban el viejo bastón. Lo demás había sido matemática pura.
No pudimos hacer nada por la vida que se perdió, pero denunciamos a la empresa, se armó flor de revuelo periodístico, más tarde se inició una causa penal, el ENRE aplicó las multas y obligó a la distribuidora a que los cables fueran colocados a su altura debida…
En aquella oportunidad, sentí que tuve una primicia importante en las manos, gracias a Thales y al bastón de mi abuelo.