2.11.10
¿Advertencia en caso Mufarech?
Autor: Carmen Gonzales
El ex congresista Mufarech se ha llenado de rabia porque un joven blogger –José Alejandro Godoy– en su página Desde el tercer piso puso enlaces a antiguas noticias publicadas en otros medios referidas a acusaciones delictivas formuladas contra él. Estas son: subvaluar un automóvil Jaguar, impulsar medidas arancelarias para favorecer a sus empresas, gestionar con Crousillat mejores tratos de los inspectores laborales para América Televisión en los años 90 y persecución contra Fernando Rospigliosi.
Furibundo como tantas veces lo hemos visto, sin tolerancia y con desborde de impulsos, denunció al mencionado joven en la vía judicial. Como si no pudiera aceptar que esas acusaciones existieron. Como si la realidad le resultara intolerable. Como si quisiera que no lo hayan acusado, lo que resulta imposible, salvo en el mundo de la locura.
Eso se llama pensamiento mágico y es propio de los niños o adultos de escaso desarrollo emocional. Es como si alguien quisiera borrar la muerte de Atahualpa porque le mortifica que se haya dado. ¡Qué pena! Pero deseo no es realidad y confundir esto es señal de poca activación de la parte del cerebro donde se piensa y no se actúa.
¿Podría tratarse de un narcisismo patológico, donde el sujeto se siente grandioso, más importante y por encima de cualquier otro ser humano, creyendo que los demás están para satisfacer sus deseos?
Lo lamentable es que una jueza –sin criterio en el mejor de los casos– ha condenado al joven blogger a tres años de prisión y al pago de 350,000 soles. ¿O será que con esa sentencia –quizás digitada– se pretende advertir a los periodistas que recordar su pasado a un político puede mandarlo a cárcel y a pagos desmesurados? Entonces, ¿a morderse la lengua se ha dicho? ¿Y la advertencia se da coincidentemente cerca de las elecciones presidenciales?
La casualidad no existe
Autor: Carmen Gonzales
El ex congresista Mufarech se ha llenado de rabia porque un joven blogger –José Alejandro Godoy– en su página Desde el tercer piso puso enlaces a antiguas noticias publicadas en otros medios referidas a acusaciones delictivas formuladas contra él. Estas son: subvaluar un automóvil Jaguar, impulsar medidas arancelarias para favorecer a sus empresas, gestionar con Crousillat mejores tratos de los inspectores laborales para América Televisión en los años 90 y persecución contra Fernando Rospigliosi.
Furibundo como tantas veces lo hemos visto, sin tolerancia y con desborde de impulsos, denunció al mencionado joven en la vía judicial. Como si no pudiera aceptar que esas acusaciones existieron. Como si la realidad le resultara intolerable. Como si quisiera que no lo hayan acusado, lo que resulta imposible, salvo en el mundo de la locura.
Eso se llama pensamiento mágico y es propio de los niños o adultos de escaso desarrollo emocional. Es como si alguien quisiera borrar la muerte de Atahualpa porque le mortifica que se haya dado. ¡Qué pena! Pero deseo no es realidad y confundir esto es señal de poca activación de la parte del cerebro donde se piensa y no se actúa.
¿Podría tratarse de un narcisismo patológico, donde el sujeto se siente grandioso, más importante y por encima de cualquier otro ser humano, creyendo que los demás están para satisfacer sus deseos?
Lo lamentable es que una jueza –sin criterio en el mejor de los casos– ha condenado al joven blogger a tres años de prisión y al pago de 350,000 soles. ¿O será que con esa sentencia –quizás digitada– se pretende advertir a los periodistas que recordar su pasado a un político puede mandarlo a cárcel y a pagos desmesurados? Entonces, ¿a morderse la lengua se ha dicho? ¿Y la advertencia se da coincidentemente cerca de las elecciones presidenciales?
La casualidad no existe
